Datos Técnicos

Cadenas de rodillos: montaje, lubricación, tratamientos superficiales y resistencia a la corrosión

Las cadenas de rodillos se utilizan ampliamente para la transmisión de potencia y el transporte en entornos industriales. Para garantizar un rendimiento óptimo, es esencial un montaje, una lubricación y una protección de la superficie adecuados, especialmente en entornos corrosivos.

1. Instalación de cadenas de rodillos
La correcta instalación de las cadenas de rodillos es esencial para garantizar su durabilidad y eficacia. A continuación se indican los principales pasos para una correcta instalación:

Pasos de montaje:

  • Alineación: Antes de montar la cadena, asegúrese de que los engranajes están perfectamente alineados. Una mala alineación puede provocar un desgaste prematuro de la cadena y los engranajes.
  • Tensado: La tensión de la cadena debe ajustarse correctamente. Una tensión excesiva puede provocar una carga elevada sobre los pasadores y los rodillos, mientras que una tensión insuficiente puede hacer que la cadena patine o se salga del plato.
  • Conexión: Las cadenas de rodillos se suministran en secciones que deben conectarse mediante enganches. Es esencial asegurarse de que el clip esté correctamente instalado y cerrado en la dirección opuesta al movimiento de la cadena para evitar que se abra accidentalmente.
  • Comprobación: Tras la instalación, pruebe el sistema para asegurarse de que la cadena se mueva con suavidad y uniformidad. Compruebe si hay alguna holgura y corríjala inmediatamente.

2. Lubricación de las cadenas de rodillos
Una lubricación adecuada es esencial para prolongar la vida útil de la cadena y reducir la fricción. La falta de lubricación puede provocar un desgaste prematuro y averías.

Tipos de lubricantes:

  • Aceite mineral: Es la opción más común para lubricar cadenas de rodillos. Se aplica continuamente para mantener la lubricación entre los pasadores y los rodillos.
  • Grasa: Se utiliza en aplicaciones en las que no es posible una lubricación frecuente. La grasa ofrece mayor protección contra la contaminación y el agua, pero puede retener la suciedad.
  • Lubricantes sintéticos: Ofrecen un rendimiento superior al de los aceites minerales, especialmente en entornos de altas temperaturas o cargas elevadas. Entre los lubricantes sintéticos, los que tienen partículas de PTFE de alta adherencia ofrecen un producto más limpio.
    • Lubricantes especiales: existen lubricantes para aplicaciones especiales que pueden utilizarse en la industria alimentaria, lubricantes para altas y bajas temperaturas o para aplicaciones específicas.
    • Cadenas autolubricadas: el mercado de las cadenas autolubricadas es cada vez más popular, ya que, tanto si se trata de cadenas con vainas sinterizadas como con vainas fabricadas con materiales plásticos de alta tecnología, hay menos posibilidades de que el lubricante que se aplica a las cadenas ensucie el producto.

Métodos de aplicación:

  • Manual: Consiste en aplicar aceite o grasa directamente sobre la cadena. Es útil para pequeñas aplicaciones o mantenimiento periódico.
  • Automático: Se pueden instalar sistemas de lubricación automática para mantener una lubricación constante, reduciendo los tiempos de parada y mejorando la vida útil de la cadena.

Frecuencia de lubricación:
Depende de las condiciones de funcionamiento. Las cadenas que funcionan en entornos polvorientos o húmedos requieren una lubricación más frecuente que las que funcionan en entornos limpios y secos.

3. Tratamientos térmicos de las cadenas de rodillos
Los tratamientos térmicos son cruciales para mejorar la resistencia al desgaste y la durabilidad, especialmente en entornos difíciles.

Aquí los principales tratamientos:

  • Temple: Aumenta la dureza superficial de pasadores y rodillos, mejorando la resistencia al desgaste. Es especialmente útil para cadenas que funcionan con cargas elevadas.
  • Cementación: Este tratamiento térmico aumenta la dureza de la superficie, dejando el núcleo más blando para absorber los impactos. Se utiliza para mejorar la resistencia a la fatiga y el desgaste de la cadena.
  • Nitruración: Mejora la dureza de la superficie y la resistencia a la corrosión. Se suele utilizar en cadenas que trabajan en entornos químicos o marinos.

4. Resistencia a la corrosión
Las cadenas de rodillos tienen que hacer frente a diferentes condiciones ambientales, como la humedad, los productos químicos y las temperaturas extremas. Para proteger las cadenas de la corrosión, se adoptan varias soluciones:

Acero inoxidable:
Las cadenas de acero inoxidable ofrecen una resistencia natural a la corrosión gracias a la presencia de cromo, que forma una película protectora. Son ideales para aplicaciones en la industria alimentaria, química y farmacéutica, donde se requiere resistencia a la humedad y a la oxidación. A la hora de dimensionarlas, hay que tener en cuenta que las cadenas de acero inoxidable tienen unas propiedades mecánicas inferiores a las cadenas «estándar», tanto en capacidad de carga como en resistencia al desgaste.

Tratamientos protectores:

  • Galvanizado: Proporciona una protección eficaz contra la corrosión al crear una capa de zinc en la superficie de la cadena. Este tratamiento se utiliza principalmente en entornos exteriores o marinos.
  • Niquelado: Protege la cadena de la corrosión química y proporciona un acabado liso. Es adecuado para aplicaciones en entornos agresivos o en los que debe mantenerse la limpieza.
    • Niquelado químico: Tiene características mucho mejores que el niquelado galvánico. Se utiliza a menudo en la industria alimentaria, ya que no da problemas de exfoliación. El niquelado químico tiene un excelente rango de uso a las altas y bajas temperaturas.
  • Tratamientos con fosfatos: Crean una barrera protectora contra la oxidación y el desgaste, mejorando la capacidad de la cadena para retener el lubricante.
    • Geomet: Tratamiento anticorrosión no electrolítico. Extremadamente flexible con gran capacidad de adaptación a la deformación elástica, con una resistencia al calor de hasta 280°C.